viernes, 18 de noviembre de 2016

Intereses, aptitudes y motivaciones personales para la carrera profesional.



 Introducción
Muchos estudiantes cuando concluyen la Educación Secundaria y Bachillerato no tienen pensado que carrera van a elegir, para unos comienza la interrogante. ¿Qué voy a hacer de mi vida? Tarde o temprano los jóvenes se encuentran con esta pregunta desafiante, presentándose una confusa variedad de carreras donde escoger. No es fácil dar con ella.
El estudiante debe elegir su carrera profesional en función de su entorno, su cultura y sus rasgos de personalidad, es decir, como primer paso debe realizar el autoconocimiento.
El mundo moderno ofrece a los estudiantes una gama de posibilidades para estudiar una carrera profesional o técnica.
En la búsqueda de una carrera es muy importante estar informado. Si no estás informado podrás cometer un error. Deberás elegir tu carrera dependiendo de tus propios intereses.



Intereses
Los intereses son las motivaciones para realizar actividades que son atractivas y que refuerzan la propia personalidad y prescindir o evitar actividades que no son placenteras.
Los intereses siempre están en relación a hechos o situaciones que son conocidas por la persona o sobre los cuales se tiene cierta referencia iluminadora.
En este sentido, los intereses vienen a ser respuestas conscientes que surgen desde el interior de la persona frente a alternativas que se le ofrecen o que se le presentan.

Nuestros intereses con respecto a nuestra carrera profesional son:
- Trabajar con niños/as.
- Educar.
- Enseñar.
- Aprender de los niños/as.
- Formarnos como personas.
- Reforzar la personalidad.
- Sentirnos realizadas.


Actitudes y aptitudes.
El educador infantil debe desarrollar y adquirir unas cualidades, destrezas y habilidades que le permitan relacionarse y comunicarse con los niños y niñas, madres y padres, educadores y otros profesionales.
Al mismo tiempo debe adquirir unos conocimientos, unas habilidades e instrumentos de trabajo apropiados, es decir, una formación psicopedagógica básica que le permita un comportamiento profesional autónomo y competente.
No es exclusivo de la profesión del educador/a tener que contar con unas cualidades personales apropiadas, esto también afecta a otras profesiones.
En el caso del educador/a está particularmente justificado por ser una profesión que conlleva una situación de relación y comunicación intensa y constante con niños y niñas pequeños/as, en que la estabilidad emocional, el dominio de sí mismo y la firmeza van a ser elementos imprescindibles para una intervención educativa adecuada.
Igualmente para la relación y comunicación con las familias deberá contar con sensibilidad discreción y madurez personal, lo cual no está reñido con ser una persona joven.
Si el educador infantil cuenta con una madurez personal además de profesional, el ejercicio de su profesión le hará desarrollarse a su vez personal y profesionalmente.
Cualidades que favorecen una relación adecuada con los niños/as:
- Estabilidad emocional.
- Seguridad en sí mismo, firmeza y autoestima.
- Paciencia.
- Alegría.


Resumiendo, podemos decir que una actitud es una postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los movimientos del ánimo, o expresa algo con eficacia; y, podemos decir que aptitud es la capacidad para operar competentemente en una determinada actividad.
Nuestras actitudes deben ser las siguientes:
- Ser tolerante
- Ser empático/a
- Ser responsable
- Ser paciente
- Ser creativo/a
- Ser divertido/a
- Ser dinámico/a
- Ser respetuoso/a
- Ser entusiasta
- Ser asertivo/a
- Ser afectuoso/a
- Ser crítico/a
- Ser abierto/a
Las aptitudes que debemos tener son:
- Conocimientos
- Formación
- Capacidades para enseñar y educar a los niños/as
- Capacidad de resolución de problemas
También debemos tener en cuenta nuestras aptitudes innatas.



Motivaciones
La influencia motivacional es de particular importancia sobre todo en el nivel medio superior, en el que las carencias de motivaciones originan en el estudiante apatía hacia la reflexión de las implicaciones personales, laborales y sociales de una carrera profesional y, en consecuencia, la ausencia de motivos que le impulsen a involucrarse y concluir con éxito la carrera elegida.
- Enfoque conductual de la motivación, según el cual la motivación de los seres humanos es extrínseca, es decir, se basa en la obtención de recompensas externas, por tal razón, las conductas llevan como finalidad la obtención de algún objeto, recompensa externa.
- Enfoque social, los principales pensamientos que motivan a la persona son: ¿tendré éxito o fracasaré? En este caso los alumnos elegirán profesión motivados por las recompensas que pueden obtener al término de sus estudios, es decir, motivaciones externas.
- Enfoque cognoscitivo de la motivación acentúa las fuentes intrínsecas de la motivación, como la curiosidad, el interés por la materia misma, la satisfacción de aprender y el triunfo.
La motivación intrínseca es aquella motivación asociada a actividades que son en sí su propia recompensa.
La motivación intrínseca es la más favorable y deseable en las personas, porque se realizan las cosas individualmente por cada uno mismo y es la que más permanece en el tiempo, dando mejores resultados.
- Enfoques humanísticos de la motivación: destaca la libertad personal, la autodeterminación y el esfuerzo personal, la teoría destaca la motivación intrínseca (Maslow).
En el ámbito laboral, la motivación nos permite explicar el comportamiento de las personas en el desempeño de su trabajo. Los incentivos son elementos que, ofertados como recompensas, pueden inducir cambios en tal comportamiento. Los premios son los de índole económica. Se sabe que cuando un profesional se identifica con el trabajo que realiza y está satisfecho, el aspecto económico puede pasar a un segundo plano.

Nuestras motivaciones son:
- Trabajar en lo que queremos y nos gusta
- Estar rodeados/as de niños/as
- Ganar dinero
- Ascender en el puesto de trabajo

viernes, 11 de noviembre de 2016

¿Que apòrta un empresario a la sociedad?

Es una pregunta que siempre me he cuestionado y que me apetece explicar desde mi particular punto de vista. Y más después de todas las noticias que estoy escuchando y viendo en medios de comunicación sobre organizaciones que soslayan, repudian o directamente atacan el papel del empresario.
Particularmente pienso que el verdadero propósito de una empresa, y por tanto, de los empresarios que hay detrás es crear productos y servicios que aumenten la calidad de vida de los clientes a los que sirve. Añadir valor verdadero a las vidas de las personas a través de sus productos/servicios.

Además los empresarios aportan una segunda cosa de gran valor, y es que a través de los productos/servicios que ofrecen crean puestos de trabajo. Y gracias a estos puestos de trabajo los hijos de estos empleados podrán recibir una educación y seguir sirviendo a nuestra sociedad.

Autoestima y autoconocimiento

Todo ser humano necesita y tiene derecho a poseer una identidad propia que le permita ser reconocido como persona, tanto a nivel individual como colectivo.
Una de las condiciones básicas para favorecer el sentido de la propia identidad es el desarrollo de un autoconcepto y autoestima positivas. El autoconcepto y la autoestima juegan un importante papel en la vida de las personas, pues lo que una persona piensa y siente respecto a sí misma impregna todas las áreas de su vida: área física, psicológica, social, intelectual, etc. Así pues, podemos decir sin temor a equivocarnos que el autoconcepto favorece el sentido de la propia identidad y constituye un marco de referencia desde el que interpretar la realidad externa y las propias experiencias internas.
 
La identidad individual se basa en el autoconocimiento: nuestros gustos, habilidades, forma de ser, forma de pensar... y en la aceptación de todo lo que forma parte de sí mismo.